domingo, 24 de julio de 2011

mira dónde hemos ido todo el tiempo invertido...

Me agotas. No te entiendo, eres Don Complicado. Cuando todo está en su punto de equilibrio perfecto, vienes otra vez más y lo mandas todo por la ventana. Ya no sé si tengo fuerzas para afrontarlo o si no. No me das razones coherentes para esto. Siempre me ha gustado tu desequilibrio mental, pero tío, te pasas. Me vuelves loca, me trastornas. Te montas tú solo unas paranoyas mentales que son peores que las mías, cosa complicada. Pero sabes? He decidido salir, ponerme guapa, disfrutar, y si me ves pues te voy a hacer rabiar todo lo posible, estoy cansada. Yo también quiero manejarte. Sé que cuando me veas va a volver a suceder todo, se me va a acelerar la vida, como siempre. Porque así eres tú, el mayor egoísta del mundo. Te permites decirme cuándo puedo y cuándo no puedo sentir, bueno, debo ser yo la que te lo permito. Te permites todo lujo de detalles, tienes un valor que me flipa, eres capaz de decirme que no quieres ni verme y cuando me ves envenenarme con tus sonrisas y tus ojos. Probablemente otra haya llegado, o llegará, pero volverás, como cada vez. Y no me voy a poder aguantar, se me va a poner la piel de gallina como tantas otras veces. Hasta entonces, olvídame.

1 comentario:

  1. Lo petas... "eres capaz de decirme que no quieres ni verme y cuando me ves envenenarme con tus sonrisas y tus ojos"

    Sabes qué he pensado? entre mucha rabia y lágrimas... que si algo tiene que sucededer, pasará. Y si no, es porque era perjudicial.

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